Cuando estés negociando, y antes de cerrar o firmar, tienes que verificar que el acuerdo reúna estos 5 elementos clave:
Satisface los intereses de ambas partes
El propósito de la negociación es resolver el conflicto, no evitarlo. Algunas personas ignoran los temas de controversia para proteger la relación o evitar incomodidades. Sin embargo, en una negociación debes confrontar los asuntos difíciles ya que, de otra manera, el interés fundamental de resolver el conflicto de fondo no será satisfecho. Un buen arreglo debe satisfacer el interés básico de ambas partes si tu estrategia es ganar-ganar.
2. Fortalece la relación
Tú necesitas de otras personas, dentro o fuera de tu organización, para hacer tu trabajo o para lograr tus objetivos. Es importante mantener o fortalecer estas relaciones, de tal manera que sean productivas y duraderas. Una negociación que logra el acuerdo, pero debilita la relación no se puede considerar totalmente exitosa a menos que tu estrategia sea diferente a ganar-ganar.
3. Ambas partes lo comprenden con claridad
La gente a veces acepta acuerdos que no comprende en su totalidad porque no quiere parecer desinformado o ingenuo. Con frecuencia, las partes están en desacuerdo en los detalles o en las implicaciones de un acuerdo aún después de que se ha firmado. Quien ejecuta los acuerdos negociados por otros cometerá errores si es difícil de entender o está sujeto a interpretaciones. Un acuerdo que es fácil de comprender y de comunicar a otros reduce la probabilidad de fallas en la comunicación.
4. Anticipa y protege las posibles fallas en la ejecución
Los acuerdos especifican las obligaciones mutuas durante la duración del contrato. Los buenos acuerdos mantienen las cosas moviéndose de manera ordenada sin cabos sueltos, anticipan los problemas y ofrecen lineamientos para manejarlos. Ya que resulta difícil anticipar posibles fallas en la ejecución de un acuerdo, este debe establecer un enlace continuo para discutir y resolver las posibles fallas.
5. Utiliza el tiempo eficientemente
La negociación consume tiempo, pero no debe desperdiciarlo. Generalmente, su costo se debe justificar por los beneficios recibidos. El costo se puede estimar fácilmente: el tiempo de la gente involucrada, sus salarios, y tal vez el costo de mejores alternativas que se perdieron. Los beneficios son más difíciles de evaluar a causa de los intangibles. El tiempo es un recurso que debes gestionar.
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Autor
Gumer Da Costa
Coach. Conferencista. Experto en Negociación
Aliado de "Y eso, ¿cómo se come?" en Hyggelink