En un contexto donde la prisa es constante y la eficiencia se valora como un tesoro, la multitarea ha sido promovida por algunos como la habilidad que todos debemos dominar. Sin embargo, ¿qué tan cierto es este mito? Nuestra reciente encuesta en LinkedIn reveló que, aunque 4 de cada 10 participantes creen que la multitarea mejora la productividad, la mayoría considera que la disminuye. Vamos a explorar más a fondo este fenómeno.
«El multitasking crea una ilusión de eficiencia», comentó un participante en la encuesta. Este sentimiento es compartido por muchos, quienes creen que al realizar varias tareas simultáneamente, están aprovechando mejor su tiempo. Sin embargo, estudios científicos han demostrado que nuestro cerebro no está diseñado para manejar múltiples tareas complejas al mismo tiempo. Lo que realmente hacemos es alternar rápidamente entre tareas, lo que no solo consume tiempo, sino que también drena nuestra energía mental.
Imaginemos a un profesional que cree dominar el arte de la multitarea. Mientras habla con sus clientes por teléfono, escribe correos electrónicos. Esta práctica parece eficiente, una forma de exprimir cada segundo al máximo. Sin embargo, detrás de esta apariencia, la realidad es otra: la multitarea le roba tiempo y calidad a su trabajo. Según estudios, este cambio constante de enfoque puede incrementar el tiempo necesario para completar tareas entre un 20% y un 40%.
Intentar realizar múltiples tareas a la vez puede llevar a una disminución significativa en la calidad del trabajo. Al no poder dedicar toda nuestra atención a cada tarea, es más probable que cometamos errores y pasemos por alto detalles importantes. Como expresó un encuestado: «La multitarea es la mejor manera de que algo quede mal». Este constante cambio de enfoque interfiere con nuestra capacidad para producir trabajo de alta calidad.
Uno de los efectos más nocivos de la multitarea es el aumento del estrés y la fatiga mental. Cambiar de una tarea a otra puede ser agotador para el cerebro, causando una sensación de agotamiento. Un participante lo describió claramente: «Ser multitasking... genera mucha ansiedad y estrés, siempre teniendo la sensación de estar ahogándonos de trabajo». Este nivel de estrés crónico puede afectar no solo nuestra productividad, sino también nuestra salud mental y bienestar general.
La verdad detrás del multitasking
La neurociencia ha demostrado que nuestro cerebro, aunque es una maravilla evolutiva, no está diseñado para realizar múltiples tareas de manera eficiente. Cada cambio de enfoque agota nuestros recursos cognitivos, dejándonos más vulnerables al estrés y la fatiga. La clave radica en reconocer cuándo la multitarea es apropiada y cuándo es una trampa peligrosa.
Para aquellos que piensan que son más productivos con la multitarea, es recomendable reevaluar esta creencia. Para determinar si la multitarea realmente te hace más productivo o si es solo una ilusión, puedes reflexionar sobre las siguientes preguntas durante tu jornada laboral:
¿Cómo afecta la multitarea a la calidad de tu trabajo?
Cuando divides tu atención entre varias tareas, ¿notas una disminución en la calidad del trabajo realizado? Compara tareas similares que has completado con enfoque completo versus aquellas que hiciste mientras realizabas otras actividades. ¿Existen diferencias notables en la precisión o el detalle de tu trabajo?
¿Te sientes más estresado o ansioso cuando haces multitarea?
Reflexiona sobre tus niveles de estrés durante los días en los que practicas la multitarea en comparación con los días en los que te enfocas en una sola tarea. ¿Sientes mayor ansiedad o presión cuando intentas hacer varias cosas a la vez? ¿Cómo afecta esto a tu bienestar general y a tu capacidad para completar tareas eficientemente?
¿La multitarea realmente te hace más eficiente?
Considera el tiempo que tomas en completar tus tareas cuando haces multitarea versus cuando estás enfocado en una sola tarea. ¿Realmente logras hacer más en menos tiempo? Cronometra tus actividades y compara los resultados. ¿La multitarea te ayuda a ser más eficiente o, por el contrario, te hace perder tiempo al cambiar constantemente de un foco a otro?
En lugar de caer en la trampa de la multitarea, los expertos sugieren enfocarse en la planificación y la priorización efectivas. Esto implica identificar las tareas más importantes y urgentes, asignarles tiempo y atención exclusiva, y luego pasar a la siguiente tarea una vez que la primera esté completada. Una participante compartió su experiencia con la matriz de prioridades y la regla del 80/20 de Pareto, destacando cómo estas herramientas le han ayudado a gestionar mejor su tiempo y mantener su productividad.
Estrategias prácticas
Para aquellos que deseen desafiar el mito de la multitarea, aquí hay algunas estrategias prácticas:
Priorización consciente: Identifica las tareas más importantes y concéntrate en completar una a la vez. Usa la matriz de prioridades.
Establecimiento de límites: Dedica bloques de tiempo específicos a cada tarea y elimina las distracciones.
Prácticas de atención plena: Consagra unos minutos al día a la meditación o la respiración consciente.
Delegación inteligente: Confía en tu equipo y delega responsabilidades cuando sea posible.
La multitarea, aunque tentadora, no es la clave para la productividad y la eficiencia. Más bien, puede ser un obstáculo que nos impide alcanzar nuestro máximo potencial. Al enfocarnos en una tarea a la vez, podemos mejorar la calidad de nuestro trabajo, reducir el estrés y, en última instancia, ser más productivos.
Es hora de dejar atrás el mito de la multitarea y abrazar la verdadera productividad con corazón, mente y alma.
Autor
Gustavo Yepes
Coach. Conferencista. Experto en Gestión del tiempo
Aliado de "Y eso, ¿cómo se come?" en Hyggelink
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